Las tres figuras que dejaron en alto el escudo de Sportivo

Las décadas del ’40 y ’50 fueron verdaderamente de oro para la disciplina a nivel local, provincial y nacional. Dos de sus exponentes principales fueron Ambrosio Aimar y Oscar Pezoa, ambos deportistas olímpicos, que llevaban en sus camisetas el escudo de la “Verde”. Lo mismo ocurrió con Victorio Valentinis, pionero en esta práctica en los años ’20.

Historia - Ciclismo23/07/2024Leandro GottardiLeandro Gottardi
5 Pezoa
Oscar Pezoa posa tras una carrera y se observa el escudo de la “Verde” en su remera. Archivo: Leandro Gottardi.

Victorio Valentinis, Ambrosio Aimar y Oscar Pezoa marcaron un antes y después en el ciclismo de San Francisco y dejaron una huella a nivel nacional, siendo los últimos dos atletas olímpicos en 1948 y 1952, respectivamente. Los tres representaban a su vez a Sportivo Belgrano y portaban el escudo del club en el pecho de cada una de las competencias a las que se daban cita. 

La época de oro de este deporte a nivel local comenzó a gestarse a en la década del ’20, con Valentinis como pionero del ciclismo sanfrancisqueño y de la región. 

Ya en los años ’40 emergieron las figuras de Ambrosio Aimar (inclusive fue presidente de la “Verde”) y Oscar Pezoa, que representaron al país en los Juegos Olímpicos de Londres 1948 y Helsinki 1952, respectivamente. 

Fueron los encargados de despertar el fervor popular a través de un deporte que no contaba con tanto arraigo en la sociedad, que se volcó a las calles a festejar sus grandes logros, protagonizando increíbles recibimientos para los deportistas. 

 

Valentinis, el pionero

En el libro "Los 100 años de San Francisco", de Gregorio Damián Martínez, se relata que "el nacimiento del ciclismo competitivo en nuestro medio data de 1913, cuando Victorio Valentinis, de 15 años, ganó una prueba disputada entre San Francisco y Plaza San Francisco".

Fue justamente el propio Valentinis el primer ciclista de nuestra ciudad que, en la década de 1920, obtuvo el título de campeón provincial y su creciente performance en 1924 lo catapultó ante la posibilidad de convertirse en el primer sanfrancisqueño en ser deportista olímpico, algo que finalmente no se pudo dar.

“Fue designado para integrar el equipo nacional (de cara a los Juegos Olímpicos de París 1924), pero no logró la clasificación final en pruebas realizadas en Buenos Aires", supo relatar Arturo Bienedell, presidente del Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco y la Región a La Voz de San Justo.

El 13 de abril de 1924, Valentinis disputó dos de las tres carreras eliminatorias para los juegos. Fue sexto en la primera de ellas, cuarto en la segunda, y no pudo presentarse en la tercera por problemas de salud.

 

Una generación dorada

La década del ‘40 dio inicio una etapa histórica para el ciclismo de San Francisco. El puntapié lo dio Ambrosio Aimar y luego se sumaron Oscar Pezoa, Raúl Rossetti y Vicente Gazzera, quienes conformaron un verdadero cuarteto de oro. Todos ellos, a su vez, representaban a Sportivo Belgrano y supieron llevar su escudo bordado en cada carrera.

Fue Aimar finalmente quien logró aquello que Valentinis había saboreado: representar a nuestro país en los Juegos Olímpicos. Fue en Londres 1948, donde cumplió una labor histórica.

El 28 de mayo de ese año, la Federación Ciclista Argentina lo designó junto a Roberto Guerrero, Julio Alba y Oscar Mulero, para ser parte del equipo argentino de persecución. Allí obtuvo el noveno lugar de la clasificación, anotando su nombre entre los grandes del ciclismo mundial.

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Ambrosio Aimar y el escudo de Sportivo en su pecho. Luego sería presidente de la “Verde”.

Cuatro años más tarde, en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, otro sanfrancisqueño anotó su nombre. Fue el propio Pezoa el que representó a la Argentina en territorio finlandés.

Años dorados, en los que los citados fueron fieles protagonistas de las competencias provinciales y nacionales, posicionando su nombre entre los más importantes del deporte argentino y prueba de ello fue la tapa y contratapa que El Gráfico supo dedicarle a Pezoa, destacándolo como uno de los deportistas más importantes del país. 

 

Aimar, deportista y presidente

La historia de Aimar, a su vez, será profundizada en próximas ediciones aunque un dato que resalta es que además de ser un reconocido ciclista y disputar los Juegos Olímpicos de Londres, fue presidente de Sportivo Belgrano entre 1963 y 1964, siendo el “pope” de la “Verde” con motivo de las Bodas de Oro del club. 

El presente artículo forma parte de la segunda edición del suplemento Identidad Verde: Mirá cómo conseguirlo. 

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