Hablar de barrio Alberione lleva inmediatamente a pensar en Sportivo Belgrano. Esa mención ya es parte de un atributo de identificación histórico para los hinchas, vecinos y rivales. Pero, en términos oficiales, el barrio nunca fue bautizado de esa manera. En este informe repasamos su historia.
Estadios del club
Un 24 de septiembre de 1939, Sportivo Belgrano inauguraba su actual estadio, ubicado entre Av. Rosario de Santa Fe y Dorrego. El hoy llamado “Juan Pablo Francia”, desde entonces, fue escenario de partidos de primer nivel, por el cual desfilaron innumerables figuras mundiales y nacionales.
Hurgando en el archivo de Identidad Verde encontramos estas imágenes del por entonces estadio “Oscar C. Boero” (hoy “Juan Pablo Francia”) en el que queda reflejado cómo lucía la cancha en aquella temporada. El crecimiento fue exponencial.
La fachada del pórtico de ingreso al predio “Oscar C. Boero” fue inaugurada en 1964 y desde entonces se erigió en un símbolo distintivo de Sportivo Belgrano y su estadio.
Un 29 de agosto de 2010 se inauguraba la cabecera de cemento que da hacia Av. Rosario de Santa Fe, que reemplazó la histórica tribuna de madera. Además, la fiesta fue completa, con un 3-1 ante Talleres de Córdoba por el Argentino A.
En febrero de 1937, un incendio destruyó parte de las instalaciones del club, que se encontraba en el lado oeste de la actual Plaza Vélez Sarsfield. Ello adelantó una decisión política que ya estaba tomada y la “Verde” debió partir en busca de un nuevo espacio, desembarcando en barrio Alberione.
El día en que el básquet de Sportivo se midió con la Selección argentina
Ocurrió el 12 de agosto de 1981, con la cancha del Club El Tala como escenario, albergando a una multitud que no se quiso perder el duelo. Años dorados para una disciplina que, pocos años después, se iría apagando en barrio Alberione pero que llenó de alegrías a sus hinchas.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
El 28 de octubre de 1956, Sportivo Belgrano vencía como visitante a Instituto -que era su escolta- y se consagraba campeón del Torneo Oficial por primera vez en su historia. Con un trio ofensivo de elite, la “Verde” forjaba una de las páginas más importantes de su vida deportiva.
El 16 de noviembre de 1986, Sportivo Belgrano vencía en el repechaje a Sarmiento de Leones y sacaba boleto rumbo al Torneo del Interior 1986-87, que por entonces conformaba la tercera división del fútbol argentino con equipos indirectamente afiliados.
Gran parte de su vida estuvo vinculada a Sportivo Belgrano. Fueron 40 años al servicio de la entidad de barrio Alberione. En 1953 comenzó a alternar en el rol de utilero, cargo del cual se hizo dueño exclusivo desde 1958 hasta 1989. Dejó un recuerdo imborrable en aquellos con quien compartió vestuario. Una figura clave en la vida institucional del club.