El 16 de noviembre de 1986, Sportivo Belgrano vencía en el repechaje a Sarmiento de Leones y sacaba boleto rumbo al Torneo del Interior 1986-87, que por entonces conformaba la tercera división del fútbol argentino con equipos indirectamente afiliados.
30-J: A 11 años de un ascenso inolvidable
El 30 de junio, desde el 2013, pasó a ser una fecha patria para el pueblo verde. Aquel día comenzó con una ciudad movilizada como nunca antes, con el color esperanza y banderas flameando por cada rincón, bajo un frío que retorcía pero que de ninguna manera iba a impedir una congregación masiva. Lo demás, es historia.
Historia - Fútbol30/06/2024Leandro GottardiNo caben dudas de que el 30 de junio, desde el 2013, pasó a ser una fecha patria para el pueblo verde. Aquel día, que comenzó con una ciudad movilizada como nunca antes, con el color esperanza y banderas flameando por cada rincón, bajo un frío que retorcía pero que de ninguna manera iba a impedir una congregación masiva con destino a barrio Alberione y, exactamente, al "Oscar C. Boero".
Es que Sportivo Belgrano estaba a 90 minutos de certificar una de las gestas más importantes de su historia -quizá la más importante-, estaba a un paso de ascender a la B Nacional.
Días atrás, en una jornada helada en Tandil, más allá de que el árbitro Mauro Giannini le había impedido a la "verde" volverse con una legítima victoria -anuló dos goles válidos- y diezmó de sobremanera al once de Carlos Mazzola, que fue expulsado junto a todo su cuerpo técnico (antes, en la cancha, había expulsado a Luciano Mazzina y Agustín González Tapia). Además, por lesión, perdía también a Emanuel Urquiza.
Por las vicisitudes del cotejo, el 0-0 final fue celebrado como un triunfo y el domingo 30 de junio, todo se definía en San Francisco.
Y llegó el día. El clima en la ciudad era diferente. El aire era tenso. El deseo de todo el pueblo verde era el mismo: ascender.
El gol de Román Strada adelantaba a los 38 minutos del complemento a Santamarina. Injusto. Difícil de digerir. Pero ese equipo "verde" tenía reservado un nuevo capítulo en donde el drama fue de novela. Casi como si la obra la hubiese escrito el propio William Shakespeare.
Sobre los 45, el recupero de Juan Galarraga, el centro de Ezequiel Barrionuevo, el cabezazo de Fernando Zampedri y la mano extendida de Diego Bucci, fueron la secuencia del penal.
Entre quejas y expulsiones, los tres minutos que le sucedieron a la sanción del penal y la ejecución del mismo, fueron interminables. Hasta da la sensación de que, aquellos 180 segundos pasaron más lentos que los 11 años de la gesta.
Cara a cara Juan Manuel Aróstegui -el hoy presidente del club- y Daniel Bertoya. El remate fue a un lado, el arquero al otro. Gol y explosión. Como nunca antes. 1-1 final y a la B.
En consecuencia con aquella drama digna de una novela de Shakespeare, Santamarina moría en el último acto. Y Sportivo Belgrano iniciaba un festejo interminable, que aún retumba en cada rincón de la ciudad y la región. Sí, la "verde" era Nacional.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
El 28 de octubre de 1956, Sportivo Belgrano vencía como visitante a Instituto -que era su escolta- y se consagraba campeón del Torneo Oficial por primera vez en su historia. Con un trio ofensivo de elite, la “Verde” forjaba una de las páginas más importantes de su vida deportiva.
Notable postal de barrio Alberione y los hinchas de Sportivo Belgrano en 1978. En una jornada épica, la “Verde” le ganaba por la Liga Cordobesa al por entonces actual subcampeón del fútbol argentino: Talleres. La imagen habla a las claras: nunca caminarás solo.
El 18 de octubre de 1959, la "Verde" goleaba como visitante a Instituto, su inmediato perseguidor, y se consagraba campeón del Torneo Oficial de la Liga Cordobesa. Un joven Eladio Rodríguez conducía futbolísticamente a un equipo de alto vuelo.
El 4 de octubre de 1987, en barrio Alberione, Sportivo Belgrano se imponía 1-0 a Racing en la final y obtenía la Copa Gobernación de la Provincia de Córdoba, organizada por la ACF. Agustín Dutto fue el goleador de una jornada inolvidable.
El 4 de octubre de 1972, con motivo de los festejos por el Día de San Francisco de Asís, Boca Juniors llegó a la ciudad para medirse con la “Verde”, que se reforzó para el partido con tres futbolistas entre los cuales se destacaban ni más ni menos que los futuros campeones del mundo en 1978.
El 25 de septiembre de 1994, ante una multitud en barrio Alberione, la “Verde” le ganaba 2-1 la final de vuelta a Racing de Córdoba y se quedaba con el título del Torneo Clausura de la Asociación Cordobesa de Fútbol.
El día en que el básquet de Sportivo se midió con la Selección argentina
Ocurrió el 12 de agosto de 1981, con la cancha del Club El Tala como escenario, albergando a una multitud que no se quiso perder el duelo. Años dorados para una disciplina que, pocos años después, se iría apagando en barrio Alberione pero que llenó de alegrías a sus hinchas.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
El 28 de octubre de 1956, Sportivo Belgrano vencía como visitante a Instituto -que era su escolta- y se consagraba campeón del Torneo Oficial por primera vez en su historia. Con un trio ofensivo de elite, la “Verde” forjaba una de las páginas más importantes de su vida deportiva.
El 16 de noviembre de 1986, Sportivo Belgrano vencía en el repechaje a Sarmiento de Leones y sacaba boleto rumbo al Torneo del Interior 1986-87, que por entonces conformaba la tercera división del fútbol argentino con equipos indirectamente afiliados.
Gran parte de su vida estuvo vinculada a Sportivo Belgrano. Fueron 40 años al servicio de la entidad de barrio Alberione. En 1953 comenzó a alternar en el rol de utilero, cargo del cual se hizo dueño exclusivo desde 1958 hasta 1989. Dejó un recuerdo imborrable en aquellos con quien compartió vestuario. Una figura clave en la vida institucional del club.