El 16 de noviembre de 1986, Sportivo Belgrano vencía en el repechaje a Sarmiento de Leones y sacaba boleto rumbo al Torneo del Interior 1986-87, que por entonces conformaba la tercera división del fútbol argentino con equipos indirectamente afiliados.
Antes de brillar en Barcelona, dieron cátedra en San Francisco
Se jugó un domingo 4 de abril de 1971. Las crónicas de la época y aquellos testimonios de quienes pudieron observarlo en la cancha de Sportivo Belgrano, sostienen que fue uno de los partidos de mayor calidad y jerarquía en la Liga Cordobesa. La "verde", con el "Torito" Zuviría, se impuso ante el Belgrano del "Milonguita" Heredia y Bernardo Cos.
Historia - Fútbol03/04/2022Leandro GottardiHay partidos que quedan la historia ya sea por definir un título, una clasificación, un descenso o por adquirir tintes heroicos. Otros, en una gama mucho más selecta, trascendieron por la calidad y jerarquía de sus protagonistas que hicieron de un partido de fútbol un espectáculo que se transformó en mito.
Y eso sucedió en nuestra ciudad en la tarde del domingo 4 de abril de 1971. En barrio Alberione, en su estreno como local en la temporada de la Liga Cordobesa, Sportivo Belgrano recibió y superó a Belgrano de Córdoba, que sería campeón del certamen. Al que, para muchos, fue el mejor Belgrano de la historia. Y la nota central, que describe la envergadura de ambos planteles, es que tres de los 22 jugadores que saltaron a la cancha, años más tarde jugaron y triunfaron en el Barcelona de España.
Por el lado verde, Rafael "Torito" Zuviría, quien además marcó los dos goles del equipo para decretar el triunfo por 2 a 1. En el "Celeste", Bernardo Cos -transferido al elenco catalán un año después de este cotejo- y Juan Carlos "Milonguita" Heredia, autor del empate transitorio del "Pirata".
A este magistral espectáculo, también le dieron brillo otros cracks como Eladio Rodríguez, Enzo Trossero y Eder Albertinazzi, entre otros hombres de la "Verde", y Tomás Cuellar, Héctor Tocalli, "La Pepona" Reinaldi y Eduardo Quiroga por destacar algunos players de Belgrano.
Todo un "Sportivazo"
Así describía el hecho una editorial que acompañaba la crónica del partido y fue publicada en las páginas de La Voz de San Justo el 5 de abril de 1971, un día después de la gesta. Además, otros títulos que resaltaban eran los siguientes: "Sensacional victoria de Sportivo Belgrano" y "destacada actuación cumplió Rafael Zuviría".
El inicio del partido mostró a la "Verde" yendo al frente con decisión y con la jerarquía suficiente para dañar a una defensa que destacaba por su solidez.
"En los primeros instantes de la brega impresionó mejor Sportivo que se mostraba muy codicioso. Así fue que Eladio Rodríguez habilitó a García y éste entregó inmediatamente a Rafael Zuviría, quien desde un costado despidió un tiro cruzado y alto que hizo introducir la pelota en el arco, pese al esfuerzo de Tocalli", así, a los dos minutos de iniciado el choque, Sportivo ya ganaba 1-0.
En el complemento, sobre los 8 minutos, "Milonguita" Heredia aprovechó una mala salida de la "Verde" y decretó el empate en uno.
Pero quedaba tiempo para una obra fantástica, que quedó grabada en la retina de los presentes. Si bien la figura de Diego Armando Maradona no había emergido por entonces y lo haría años después, el segundo tanto de Zuviría bien podría catalogarse como un gol "maradoneano".
Y así lo reflejaba la crónica de este medio: "A los 36' Sportivo Belgrano consolidó su victoria merced a una gestión personal de Zuviría. (...) Recibiendo sobre la izquierda, al que primero dejó en el camino fue Bracamonte, luego a Cuellar, eludió al arquero y así con el arco a su disposición conquistó el tanto que fue largamente aclamado por la multitud".
Pero, además de la factura del gol, a pura habilidad, otro condimento terminó de gestar un tinte especial: inmediatamente, al entrar el balón al arco, el "Torito" salió despedido rumbo a la tribuna que se encontraba detrás del arco y albergaba al público local, trepando el tejido y uniéndose al estruendoso grito de gol.
Sportivo pudo haberlo liquidado a través de Carreño pero fiel a su historia debió sufrir hasta el final hasta que el pitazo del árbitro Ernesto López puso punto final. La algarabía de barrio Alberione era plena y, según relatan las crónicas de antaño, un centenar de personas ingresó a la cancha para llevar en andas a los protagonistas de la gesta. ¡Histórico!
"Ahora les hago el segundo, ya verán..."
La frase fue lanzada por el propio Zuviría al cronista de La Voz de San Justo que cubrió el partido, a la salida del túnel para jugar el segundo tiempo. Y cumplió.
"Uno de los últimos en buscar el túnel fue Zuviría, quien, con su tradicional jovialidad, nos dijo: 'Ahora les hago el segundo, ya verán...'. Por ello, al retornar a las reparadoras duchas, Zuviría fue dentro de las más raras felicitaciones. (...) Ya poco contaban los golpes y las penurias sufridas en esos interminables 45 segundos minutos, Sportivo había ganado. Los vestuarios se poblaron de gente que quería a los protagonistas. Es que, seamos sinceros, la fiesta fue completa!", rezaba la narración de este medio para dar a conocer semejante hecho.
Un día, en barrio Alberione, coincidieron tres cracks dentro de la cancha de Sportivo Belgrano que luego, con los años, llegarían a la cima del fútbol mundial defendiendo los colores de uno de los equipos de mayor renombre mundial: el Barcelona de España.
En realidad, fueron muchos más los "distintos", en el inicio de una década dorada para el fútbol cordobés que, difícilmente, pueda volver a repetirse.
Síntesis del partido:
Sportivo Belgrano: Leiva; Raúl Garde, Raúl Ferreyra, Enzo Trossero y Mario Pellascini; Eladio Rodríguez, Di Meola, Lizzi; García, Eder Albertinazzi y Rafael Zuviría.
Belgrano: Tocalli; Cuellar y Garay; Bracamonte, Rivadero y López; Heredia, Casal, Cos, Reinaldi y Quiroga.
Nota escrita por Leandro Gottardi para el diario La Voz de San Justo, publicada el 4 de abril de 2020.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
El 28 de octubre de 1956, Sportivo Belgrano vencía como visitante a Instituto -que era su escolta- y se consagraba campeón del Torneo Oficial por primera vez en su historia. Con un trio ofensivo de elite, la “Verde” forjaba una de las páginas más importantes de su vida deportiva.
Notable postal de barrio Alberione y los hinchas de Sportivo Belgrano en 1978. En una jornada épica, la “Verde” le ganaba por la Liga Cordobesa al por entonces actual subcampeón del fútbol argentino: Talleres. La imagen habla a las claras: nunca caminarás solo.
El 18 de octubre de 1959, la "Verde" goleaba como visitante a Instituto, su inmediato perseguidor, y se consagraba campeón del Torneo Oficial de la Liga Cordobesa. Un joven Eladio Rodríguez conducía futbolísticamente a un equipo de alto vuelo.
El 4 de octubre de 1987, en barrio Alberione, Sportivo Belgrano se imponía 1-0 a Racing en la final y obtenía la Copa Gobernación de la Provincia de Córdoba, organizada por la ACF. Agustín Dutto fue el goleador de una jornada inolvidable.
El 4 de octubre de 1972, con motivo de los festejos por el Día de San Francisco de Asís, Boca Juniors llegó a la ciudad para medirse con la “Verde”, que se reforzó para el partido con tres futbolistas entre los cuales se destacaban ni más ni menos que los futuros campeones del mundo en 1978.
El 25 de septiembre de 1994, ante una multitud en barrio Alberione, la “Verde” le ganaba 2-1 la final de vuelta a Racing de Córdoba y se quedaba con el título del Torneo Clausura de la Asociación Cordobesa de Fútbol.
El día en que el básquet de Sportivo se midió con la Selección argentina
Ocurrió el 12 de agosto de 1981, con la cancha del Club El Tala como escenario, albergando a una multitud que no se quiso perder el duelo. Años dorados para una disciplina que, pocos años después, se iría apagando en barrio Alberione pero que llenó de alegrías a sus hinchas.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
El 28 de octubre de 1956, Sportivo Belgrano vencía como visitante a Instituto -que era su escolta- y se consagraba campeón del Torneo Oficial por primera vez en su historia. Con un trio ofensivo de elite, la “Verde” forjaba una de las páginas más importantes de su vida deportiva.
El 16 de noviembre de 1986, Sportivo Belgrano vencía en el repechaje a Sarmiento de Leones y sacaba boleto rumbo al Torneo del Interior 1986-87, que por entonces conformaba la tercera división del fútbol argentino con equipos indirectamente afiliados.
Gran parte de su vida estuvo vinculada a Sportivo Belgrano. Fueron 40 años al servicio de la entidad de barrio Alberione. En 1953 comenzó a alternar en el rol de utilero, cargo del cual se hizo dueño exclusivo desde 1958 hasta 1989. Dejó un recuerdo imborrable en aquellos con quien compartió vestuario. Una figura clave en la vida institucional del club.