El 16 de noviembre de 1986, Sportivo Belgrano vencía en el repechaje a Sarmiento de Leones y sacaba boleto rumbo al Torneo del Interior 1986-87, que por entonces conformaba la tercera división del fútbol argentino con equipos indirectamente afiliados.
El partido que cambió la historia de Sportivo
En aquel momento significó una heroica y anhelada clasificación a la segunda ronda del Torneo Argentino B, en medio de un creciente despertar institucional y deportivo para los de barrio Alberione. Meses más tarde, sería clave para que la "verde" sea invitada al Argentino B Vip 2004-2005, que por primera vez en su historia tuvo formato estable. Con ello iniciaron los mejores años del club a nivel nacional.
Historia - Fútbol03/04/2022Leandro GottardiCaluroso domingo 14 de marzo de 2004 en Córdoba Capital, corrían 35 minutos del segundo tiempo y Sportivo Belgrano, que jugaba con 8 jugadores, perdía 2-1 ante Escuela Presidente Roca, con lo cual quedaba eliminado del Torneo Argentino B 2003-2004. Todo parecía perdido. Parecía, porque el orgullo de los hombres de verde sumado ello a la frialdad de Sebastián Monesterolo para definir cuando "las papas quemaban", lograron la heroica: el 2-2 y la clasificación a la segunda fase, ante unos 500 hinchas que viajaron a alentar a los dirigidos por Daniel Primo.
Por aquel entonces, la algarabía invadió a simpatizantes y protagonistas de la gesta pero con el tiempo, ese gol, ese empate, esa clasificación, tendrían un valor mucho más importante: una plaza fija en la siguiente temporada del denominado Argentino B Vip, que por primera vez adquiría formato estable y desde entonces posibilitaría que los participantes no solo pugnen por los ascensos al Argentino A sino que también se sumara un régimen de descensos, manteniendo año tras año su lugar en la cita.
Esa clasificación en la cancha de Roca, sirvió además para dejar de lado una serie de frustraciones del elenco de barrio Alberione en sus incursiones en este tipo de certámenes federales, y fue el primer gran paso en lo que se constituiría, hasta entonces, en la mejor campaña de la "verde", llegando hasta los octavos de final y quedando eliminado a manos de Alumni de Villa María.
Era la piedra fundacional sobre la cual, un gigante que se encontraba dormido y había comenzado a despertar en aquella edición, la "verde" edificó todo lo que luego vendría: siendo protagonista en la divisional y obteniendo el ascenso al Argentino A en 2009 y volviendo a subir de categoría en 2013, esta vez al Nacional B.
La heroica, fiel a nuestra historia
"Fue un final electrizante. Sólo como el fútbol lo puede prometer y llevarlo a la realidad. Sportivo obtuvo ayer el pase a la segunda fase del torneo, cuando estaba a punto de perderlo todo. Restaban 10 minutos para el final, estaba 2 a 1 abajo, con tres jugadores menos dentro de la cancha (dos expulsados y uno lesionado y ya sin recambio), y resistiendo encima las embestidas del equipo local que se iba como un lobo en celo al área, buscando la definición del partido, ya que el 'verde' no reaccionaba", comenzaba sintetizando la crónica de La Voz de San Justo el día post milagro.
A continuación agregaba: "Y de repente, se hizo el milagro. O mejor dicho, el premio a la actitud de ir a buscar una pelota que parecía perdida, pero que al final, terminó resultando la dosis de oxígeno que el equipo necesitaba para volver a ver la luz, luego del golpe casi mortal que había significado el segundo gol de Roca. Pero la insistencia de un Montivero y la frialdad para definir de un Monesterolo, pudo más".
"Fue como un resurgir de las cenizas. Fue como empezar a ver la oscuridad del túnel y en cuestión de segundos, en el momento menos pensado, emerger a la claridad y volver a sentirse vivo", rezaba la misma.
Justamente estas palabras, con el correr del tiempo, sirven para definir lo que sucedió aquella gloriosa jornada de marzo en la Docta. A "lo Sportivo", el elenco de barrio Alberione logró resurgir como el ave fénix. ¿Qué hubiese pasado si quedaba eliminado? Nadie, nunca, lo sabrá. Lo cierto es que lo mejor estaría por venir...
Nota escrita por el autor para el diario La Voz de San Justo, publicada el 24 de mayo de 2020.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
El 28 de octubre de 1956, Sportivo Belgrano vencía como visitante a Instituto -que era su escolta- y se consagraba campeón del Torneo Oficial por primera vez en su historia. Con un trio ofensivo de elite, la “Verde” forjaba una de las páginas más importantes de su vida deportiva.
Notable postal de barrio Alberione y los hinchas de Sportivo Belgrano en 1978. En una jornada épica, la “Verde” le ganaba por la Liga Cordobesa al por entonces actual subcampeón del fútbol argentino: Talleres. La imagen habla a las claras: nunca caminarás solo.
El 18 de octubre de 1959, la "Verde" goleaba como visitante a Instituto, su inmediato perseguidor, y se consagraba campeón del Torneo Oficial de la Liga Cordobesa. Un joven Eladio Rodríguez conducía futbolísticamente a un equipo de alto vuelo.
El 4 de octubre de 1987, en barrio Alberione, Sportivo Belgrano se imponía 1-0 a Racing en la final y obtenía la Copa Gobernación de la Provincia de Córdoba, organizada por la ACF. Agustín Dutto fue el goleador de una jornada inolvidable.
El 4 de octubre de 1972, con motivo de los festejos por el Día de San Francisco de Asís, Boca Juniors llegó a la ciudad para medirse con la “Verde”, que se reforzó para el partido con tres futbolistas entre los cuales se destacaban ni más ni menos que los futuros campeones del mundo en 1978.
El 25 de septiembre de 1994, ante una multitud en barrio Alberione, la “Verde” le ganaba 2-1 la final de vuelta a Racing de Córdoba y se quedaba con el título del Torneo Clausura de la Asociación Cordobesa de Fútbol.
El día en que el básquet de Sportivo se midió con la Selección argentina
Ocurrió el 12 de agosto de 1981, con la cancha del Club El Tala como escenario, albergando a una multitud que no se quiso perder el duelo. Años dorados para una disciplina que, pocos años después, se iría apagando en barrio Alberione pero que llenó de alegrías a sus hinchas.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
El 28 de octubre de 1956, Sportivo Belgrano vencía como visitante a Instituto -que era su escolta- y se consagraba campeón del Torneo Oficial por primera vez en su historia. Con un trio ofensivo de elite, la “Verde” forjaba una de las páginas más importantes de su vida deportiva.
El 16 de noviembre de 1986, Sportivo Belgrano vencía en el repechaje a Sarmiento de Leones y sacaba boleto rumbo al Torneo del Interior 1986-87, que por entonces conformaba la tercera división del fútbol argentino con equipos indirectamente afiliados.
Gran parte de su vida estuvo vinculada a Sportivo Belgrano. Fueron 40 años al servicio de la entidad de barrio Alberione. En 1953 comenzó a alternar en el rol de utilero, cargo del cual se hizo dueño exclusivo desde 1958 hasta 1989. Dejó un recuerdo imborrable en aquellos con quien compartió vestuario. Una figura clave en la vida institucional del club.