Belgrano, el prócer que inspiró a los fundadores



La magnitud de la figura de Manuel Belgrano, uno de los próceres más importantes de nuestro país, inspiró a muchos argentinos durante más de 200 años. Su apellido le dio nombre a clubes, calles, barrios y escuelas, entre otras.

Y en él pensaron aquellos jóvenes que reunidos en la Plaza Vélez Sarsfield, a la sombra de un árbol, el 15 de abril de 1914 le dieron forma a una pasión inexplicable: el Club Belgrano, que rápidamente pasaría a llamarse Club Sportivo Belgrano.
El creador de la Bandera Argentina, no solamente le dio nombre al club sino que, a su vez, aportó los primeros colores que tuvo la institución en su vida: el celeste y blanco, que años más tarde serían cambiados por el verde.
Pero, ¿qué pasó por la cabeza de aquellos jóvenes en 1914? La disertación que en ocasión de los festejos del 20 de junio en 1958 dio el Dr. Raúl G. Villafañe en el Teatro Mayo, nos traslada a aquellos días fundacionales.
“Aquella tarde del 15 de abril de 1914 supimos que se había fundado un nuevo club. Sin cancha ni divisa, sin dinero ni tutores. Pero en las pupilas juveniles de aquellos doce muchachos, brillaba la diáfana aurora de una esperanza. ¿Cómo le llamaremos a nuestro club?, preguntó el más pequeño del grupo. Nadie movió sus labios. Un silencio de expectativa puso emoción en las miradas. Y en muda reflexión, levantando la vista sobre el pajonal circundante alguien miró hacia arriba. La tarde era un himno de serenidad otoñal. Sobre el limpio firmamento teñido de azul, tenues nubes, como blancos copos de espuma, surcando un apacible mar, reconstruían el símbolo augusto de la nacionalidad. El cielo era una enorme bandera teñida sobre un sueño de juventud. Y el más pequeño, absorto e inspirado, se respondió a sí mismo, como evocando e invocando a la figura del héroe inolvidable… ¡Belgrano!. Y aquel impulso de muchachos, aquella ilusión casi infantil, aquella esperanza de adolescentes, tuvo un nombre: ¡Belgrano!. Y detrás del nombre, como una rúbrica dando fuerza y vigor al pronunciamiento surgió una casaca blanca y celeste, la misma que tejería luego sobre el césped filigranas de emoción, al impulso romántico de once corazones templados y patriotas”.
Leandro Gottardi
Fundador y Director de Identidad Verde
