El 16 de noviembre de 1986, Sportivo Belgrano vencía en el repechaje a Sarmiento de Leones y sacaba boleto rumbo al Torneo del Interior 1986-87, que por entonces conformaba la tercera división del fútbol argentino con equipos indirectamente afiliados.
El mítico “Mago” que jugaba como Di Stéfano y Pelé
Quienes peinan canas y conocen la historia de Sportivo Belgrano, no tienen dudas: el mejor jugador que vistió la casaca verde fue Octavio Biancotti. Otro ídolo de barrio Alberione, Raúl Navarro, tuvo el privilegio de ver al "Mago" siendo un niño, y lo recuerda como un "crack" a la altura de los mejores del mundo. La imperdible nota que, el periodista Manuel Montali, escribió en 2019.
Historia - Fútbol31/08/2022Leandro GottardiEscrita por Manuel Montali
Hay una anécdota, relatada en las páginas de La Voz de San Justo, sobre un partido de fútbol, hace ya varias décadas. Habla sobre un jugador, tan habilidoso, tan admirado, que cuando bailaba sobre la pelota, metiendo amagues y recortes para un lado y otro, hacía caer hasta a los policías de los caballos. Esa historia bien puede estar referida a Octavio Biancotti: el "Mago", el mito... Para los que lo vieron, el mejor jugador en la historia de Sportivo Belgrano. Y si de leyendas se trata, vale la pena apelar a otro ídolo surgido de la cantera "verde", Raúl "Indio" Navarro, que desde sus recuerdos de chico, vuelve a darle vida a aquellos años maravillosos del club de barrio Alberione.
"A Octavio Biancotti lo vi como niño, como hincha de Sportivo. Los alrededores de la cancha eran todo monte y con otros chicos nos colábamos por el tapial (límite sur del estadio), porque no teníamos dinero para entrar. Cuando llegábamos nosotros, la policía miraba para otro lado", contó Navarro, emocionado, en el "Juan Pablo Francia", bajo los palos que marcaron su alumbramiento profesional.
El "Indio", que nació en 1942, pudo gracias a esta picardía apreciar los últimos destellos de magia de Biancotti (Plaza Clucellas, Santa Fe, 2 de julio de 1914), que se dio el gusto de jugar peinando los cuarenta años, edad en la que todavía lo pretendían clubes grandes de la provincia.
En esto, ambos ídolos se parecen: Navarro recorrió un cuarto de siglo de trayectoria desde su debut en Sportivo antes de cumplir los 16 años en 1958 y su retiro en Deportes Tolima en 1983. Fue campeón con la selección cordobesa en 1962 y Huracán lo buscó para que cuidara sus palos siete años, tras lo cual emigró al fútbol colombiano, donde tuvo brillantes actuaciones especialmente en Atlético Nacional. En el medio, incluso tuvo un breve paso por Valencia de España, donde lo dirigió Alfredo Di Stéfano. Para el arquero, Biancotti está a la altura de este último y de Pelé.
"Fue uno de los más grandes jugadores que yo vi, no solamente en la Argentina, sino en el mundo -aseguró Navarro-. Era un fuera de serie. Sportivo llegó a tener grandes jugadores como Biancotti. Desafortunadamente, con las malas políticas que llevaron adelante los dirigentes argentinos, arruinaron esa maquinaria que se había armado y nos imitaron todos los países, desde Chile a México, que actualmente siguen practicando nuestro fútbol".
De campeón a campeón
El "Mago" había llegado a nuestra ciudad a los 10 años. En 1929 se inició en Tiro y Gimnasia, en la cuarta división que fue campeona invicta. Un año más tarde ya estaba en la vereda de enfrente, Sportivo. Para 1931, con 16 años (otra similitud con Navarro), ya jugaba en la primera "verde", como insider izquierdo. El 12 de marzo de 1933 integró la escuadra con la que Sportivo se inició en el profesionalismo, ante 9 de Julio de Rafaela (victoria 3-2). Ese mismo año pasó a Unión de Santa Fe y en 1934 lo adquirió Chacarita.
En 1935, como tenía que cumplir con el servicio militar obligatorio en Córdoba capital, jugó para Lavalle. Lugo volvió al "funebrero", donde permaneció hasta 1937. Sin mayores oportunidades, pretendió volver a Sportivo, pero tendría que esperar dos años sin jugar oficialmente, porque el club bonaerense no quiso dejarlo libre. Ya en 1940, Biancotti era figura en el primer equipo "verde" que comenzó a competir en Liga Cordobesa. Su compañero de ataque era un tal Ernesto "Patrullero" Vidal...
Navarro tuvo a este último (campeón mundial con la selección uruguaya en 1950) como entrenador. Al compararlo con Biancotti, explicó: "Vidal era un jugador también de casi toda la cancha. Tocaba mucho la pelota, era gambeteador pero tocaba mucho. Se hacía acompañar y llegaba al borde del área rival. No siempre eran goles porque el rival también juega, pero te llenaban de emociones. Y retornaban juntamente con el resto de compañeros hasta la mitad de cancha a defender. Ahora los jugadores se mueven mucho en un solo sector. No hay sorpresa".
En 1945, Biancotti formaba parte del equipo que por primera vez se consagró campeón de la Liga Cordobesa. Tras ello, el "Mago" pretendió colgar los botines, pero sus compañeros, amigos y el público lo motivaron a mantenerse en competencia (ya en otros clubes) hasta 1954... Una carrera tan larga como la que luego tuvo Navarro: patrimonio de pocos privilegiados.
Sportivo volvió a salir campeón en 1954, 1956, 1959 y 1962. En este último ya atajaba Navarro, y el D.T. era Vidal. El "Indio" había debutado antes de cumplir los 16 años, por estar lesionados los demás arqueros del equipo. "Tenía el apoyo de los dos jugadores con más ascendencia en el plantel: Murta y Zanutigh. Ellos pidieron que jugara yo. Debuté contra Lavalle en Córdoba, al que nunca se le ganaba, y triunfamos 1-0: yo atajé un penal. Y ya no salí del arco. Cuando jugábamos de local, en el costado de la cancha había un alambradito y se juntaban leyendas de hinchas de seguidores de Sportivo, como el doctor Venturuzzi. Siempre me decía, cuando entrábamos a la cancha: 'Pibe, no te pilles'. Me quería decir que no me agrande, que iba a ser un buen arquero".
Jugar con el corazón
¿Qué hacía diferente a jugadores como Biancotti? Para el arquero, "eran cracks y sabían jugar de todo. Yo vi en mi vida y me tocó jugar en contra de algunos como Pelé y Alfredo Di Stéfano, que fue mi técnico en el Valencia. Los vi jugar en todos los puestos. Te jugaban de arco a arco".
Navarro afirma que era un privilegio poder ver en San Francisco a figuras como Biancotti, Vidal y otros ídolos "verdes" como Eladio Rodríguez, Koroch... Vale recordar que a fines de los '40 la institución transfirió a su delantera completa a San Lorenzo: Sará, Uñate, Martorelli, Odasso y Ludueña.
¿Cambió el fútbol? El "Indio" es categórico: "Cambiaron los dirigentes, que se hicieron empresarios", mostrándose muy crítico con las modificaciones institucionales que desarmaron la Liga Cordobesa, afirmando que esta política volvió menos competitivos los torneos provinciales y "desmanteló el fútbol argentino".
Otro contrapunto para él entre pasado y presente es la diferencia a jugar por el bolsillo. "En esa época al fútbol lo llevábamos en el corazón, al fútbol y a Sportivo".
Navarro se acerca al arco norte y dice que ahí hizo la mejor atajada de su vida, contra Silvio Marzolini. Jugaba en Huracán pero lo invitaron a volver a defender los palos de Sportivo en un amistoso contra Boca. El histórico lateral izquierdo llegó al área grande y mandó un pelotazo al ángulo que el "Indio" pudo descolgar. "Marzolini fue caminando hacia donde estaba, me abrazo, me felicitó y me dijo: 'Esperá que salga del área así podés salir jugando'".
El arquero se emociona y se ilusiona con que en el semillero de barrio Alberione sigan apareciendo cracks como Juan Pablo Francia, "al que tuve la fortuna de dirigirlo y ponerlo en primera", aunque aclara: "Van a ser muy espaciados".
El "Indio", después de jugar, dirigir y fundar escuelas de fútbol, es también "un trabajador común y corriente" y un padre de familia. "Los hijos van creciendo, se van yendo, y nos queda esto: la cancha, la otra casa. Yo lo veo a Sportivo y empiezo a temblar. Muchos de los que estuvieron en el club y los que no están acá, porque ya fallecieron, sentirían igual o más que yo, esas ganas de ponerse los cortos y entrar a jugar un rato más".
Nota escrita por Manuel Montali y publicada el domingo 3 de noviembre de 2019 en el diario La Voz de San Justo.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
El 28 de octubre de 1956, Sportivo Belgrano vencía como visitante a Instituto -que era su escolta- y se consagraba campeón del Torneo Oficial por primera vez en su historia. Con un trio ofensivo de elite, la “Verde” forjaba una de las páginas más importantes de su vida deportiva.
Notable postal de barrio Alberione y los hinchas de Sportivo Belgrano en 1978. En una jornada épica, la “Verde” le ganaba por la Liga Cordobesa al por entonces actual subcampeón del fútbol argentino: Talleres. La imagen habla a las claras: nunca caminarás solo.
El 18 de octubre de 1959, la "Verde" goleaba como visitante a Instituto, su inmediato perseguidor, y se consagraba campeón del Torneo Oficial de la Liga Cordobesa. Un joven Eladio Rodríguez conducía futbolísticamente a un equipo de alto vuelo.
El 4 de octubre de 1987, en barrio Alberione, Sportivo Belgrano se imponía 1-0 a Racing en la final y obtenía la Copa Gobernación de la Provincia de Córdoba, organizada por la ACF. Agustín Dutto fue el goleador de una jornada inolvidable.
El 4 de octubre de 1972, con motivo de los festejos por el Día de San Francisco de Asís, Boca Juniors llegó a la ciudad para medirse con la “Verde”, que se reforzó para el partido con tres futbolistas entre los cuales se destacaban ni más ni menos que los futuros campeones del mundo en 1978.
El 25 de septiembre de 1994, ante una multitud en barrio Alberione, la “Verde” le ganaba 2-1 la final de vuelta a Racing de Córdoba y se quedaba con el título del Torneo Clausura de la Asociación Cordobesa de Fútbol.
El día en que el básquet de Sportivo se midió con la Selección argentina
Ocurrió el 12 de agosto de 1981, con la cancha del Club El Tala como escenario, albergando a una multitud que no se quiso perder el duelo. Años dorados para una disciplina que, pocos años después, se iría apagando en barrio Alberione pero que llenó de alegrías a sus hinchas.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
El 28 de octubre de 1956, Sportivo Belgrano vencía como visitante a Instituto -que era su escolta- y se consagraba campeón del Torneo Oficial por primera vez en su historia. Con un trio ofensivo de elite, la “Verde” forjaba una de las páginas más importantes de su vida deportiva.
El 16 de noviembre de 1986, Sportivo Belgrano vencía en el repechaje a Sarmiento de Leones y sacaba boleto rumbo al Torneo del Interior 1986-87, que por entonces conformaba la tercera división del fútbol argentino con equipos indirectamente afiliados.
Gran parte de su vida estuvo vinculada a Sportivo Belgrano. Fueron 40 años al servicio de la entidad de barrio Alberione. En 1953 comenzó a alternar en el rol de utilero, cargo del cual se hizo dueño exclusivo desde 1958 hasta 1989. Dejó un recuerdo imborrable en aquellos con quien compartió vestuario. Una figura clave en la vida institucional del club.