
Dueño de destellos futbolísticos que fueron comentario de generaciones y generaciones. Su nombre, no caben dudas, fue de los más importantes que hayan vestido la camiseta de Sportivo Belgrano.
Una magnífica camada de futbolistas se gestó en las formativas de Sportivo Belgrano a comienzos de la década del 20’. La mayoría de ellos, posteriormente, se destacó en la primera división de la “Verde” y en la elite del fútbol argentino.
Historia - Fútbol27/05/2023Una magnífica camada de futbolistas se gestó en las divisiones inferiores de Sportivo Belgrano a comienzos de la década del 20’, cuando el club ni siquiera había cumplido sus primeros 10 años de vida. La mayoría de ellos, posteriormente, se destacaron en la primera división de la “Verde” y en la elite del fútbol argentino.
Todo comenzó a través de un torneo interno del cual el conjunto denominado “B” resultó ser el campeón. Su capitán era un joven César “Checha” Rodríguez. Esa se convirtió en la base del equipo que sería denominado de Fierro en alusión al poderío de ese metal.
Integraban aquel once los siguientes jugadores: Eschoyez; Ferrari y Casimiro Rodríguez; Gandini, Gulino y Álvarez; Gazzera o Nevisardi, Atilio Oldriano, César Rodríguez, Francisco Poletto y Lucarelli.
“Esa cuarta hizo suyos los 2,3 campeonatos en que intervino: su poderío era indiscutible y pocos eran los que se salvaban de una biaba mayúscula. ¿Qué me dicen de estas goleadas?: a la tercera de San Isidro 13-0, a Newells Old Boys 16-0, de los cuales anotó 13 el impagable Lucarelli. Estaban continuamente juntos y la solidaridad que entre ellos existía era admirable. En las reuniones callejeras que celebraban estudiaban jugadas individuales y colectivas que luego ensayaban en el field (campo de juego)”, exponía un boletín de los años 40’ del club.
En una entrevista en ese mismo boletín publicado por Sportivo Belgrano, “Checha” Rodríguez, contó que en un encuentro ante Estudiantes “se jugaban los últimos minutos y el score (resultado) favorecía a los verdes por 6 a 3 apuntados 3 por Poletto y 3 por Checha. Cuando ambos se dieron cuenta de que estaban en las mismas condiciones en lo que a scorers (goles en su cuenta) del match se refería, les resultó incómodo y en el acto se desafiaron a quien conseguía un gol más. La oportunidad se hizo su amiga y es así como tuvo su ocasión de cortarse solo con el balón, pero sin tener en cuenta que “Chiquinoto” (Poletto) lo seguía de atrás y cuando se disponía a rematar, el gringo le pegó un empujón, le quitó la pelota y marcó él”.
“Fenómeno… fue lo más grande que dio nuestro fútbol entre gurises. Con el tiempo se hicieron estrellas algunos de ellos: Casimiro Rodríguez, Humberto Gulino, Francisco Poletto, César Rodríguez, que, en el equipo representativo de 1931, impusieron clase, calidad y estilo. …Mientras viva Sportivo Belgrano perdurará el recuerdo de la cuarta gloriosa de fierro”, sintetizaba el boletín.
A comienzos de noviembre de 1922, llegó a San Francisco Sportivo Almagro de Buenos Aires, equipo que militaba en las competencias de la Asociación del Fútbol Argentino. A los chicos de la “Verde” poco les importó el fuste del oponente, y se impusieron 4-0. A su vez, un soberbio 16-0 a Newells Old Boys de Rosario, fue la frutilla del postre de un equipo repleto de cracks.
Dueño de destellos futbolísticos que fueron comentario de generaciones y generaciones. Su nombre, no caben dudas, fue de los más importantes que hayan vestido la camiseta de Sportivo Belgrano.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
Notable postal de barrio Alberione y los hinchas de Sportivo Belgrano en 1978. En una jornada épica, la “Verde” le ganaba por la Liga Cordobesa al por entonces actual subcampeón del fútbol argentino: Talleres. La imagen habla a las claras: nunca caminarás solo.
En una final digna de novela, la “Verde” igualaba agónicamente con Santamarina de Tandil en la final de vuelta y aprovechando la ventaja deportiva lograba el histórico ascenso al Torneo Nacional B. Cerca de 15.000 almas le dieron un marco inolvidable a la ”Fortaleza” de barrio Alberione.
El 30 de junio, desde el 2013, pasó a ser una fecha patria para el pueblo verde. Aquel día comenzó con una ciudad movilizada como nunca antes, con el color esperanza y banderas flameando por cada rincón, bajo un frío que retorcía pero que de ninguna manera iba a impedir una congregación masiva. Lo demás, es historia.
Un día como hoy pero del 2009, en Mendoza, Sportivo Belgrano escribía una de las páginas más gloriosas de su historia: le volvía a ganar a Gimnasia y lograba el tan ansiado salto de categoría, que se venía postergando.
A lo largo de su historia, en esta fecha tan especial para la Patria argentina, la “Verde” jugó o fue anfitrión de partidos que quedaron perdidos en el tiempo y que, desde Identidad Verde, recordamos.
Fría noche rafaelina, más de 1.000 personas viajaron un jueves a alentar a Sportivo Belgrano que, en rodeo ajeno, le ganó agónicamente 1-0 a Ben Hur con gol del “Tecla” Farías, para el primer triunfo como visitante en el Argentino A. La imagen es una postal de la jornada, delirio verde en aquellas recordadas invasiones con público visitante.
El 30 de junio, desde el 2013, pasó a ser una fecha patria para el pueblo verde. Aquel día comenzó con una ciudad movilizada como nunca antes, con el color esperanza y banderas flameando por cada rincón, bajo un frío que retorcía pero que de ninguna manera iba a impedir una congregación masiva. Lo demás, es historia.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
Dueño de destellos futbolísticos que fueron comentario de generaciones y generaciones. Su nombre, no caben dudas, fue de los más importantes que hayan vestido la camiseta de Sportivo Belgrano.
En una final digna de novela, la “Verde” igualaba agónicamente con Santamarina de Tandil en la final de vuelta y aprovechando la ventaja deportiva lograba el histórico ascenso al Torneo Nacional B. Cerca de 15.000 almas le dieron un marco inolvidable a la ”Fortaleza” de barrio Alberione.
Notable postal de barrio Alberione y los hinchas de Sportivo Belgrano en 1978. En una jornada épica, la “Verde” le ganaba por la Liga Cordobesa al por entonces actual subcampeón del fútbol argentino: Talleres. La imagen habla a las claras: nunca caminarás solo.