La famosa “Quinta Roja”, forjadora de un campeón del mundo



Por iniciativa de Demetrio Panzeri, aficionado, simpatizante y hermano de Dante, a mediados de 1933, Sportivo Belgrano realizó una selección de jugadores entre todos los pibes que comenzaban a mostrar sus virtudes en los diferentes baldíos de la ciudad.

El objetivo fue formar dos quintas divisiones, de las cuales con el tiempo surgieron enormes jugadores de la talla de Ernesto Vidal (campeón del mundo con Uruguay en 1950), Luis Nerón, Edgardo Botto, Ubaldo Luengo, Horacio Baravalle, Duvilio Camusso, Julio Candelaressi, Federico Manrique, entre otros.
Más de 200 jóvenes se presentaron a la prueba y fueron evaluados durante tres meses con continuas pruebas y duros ensayos.
“De ambas quintas, la que realmente se consagró como buena fue la titular, esto es, la denominada “Roja” de donde surgieron los mejores valores (antes citados). Su campaña fue realmente notable. Practicaban esos pibes un juego que maravillaba por su precisión y rapidez, como por la homogeneidad conjunta e individual del equipo. Daban esos “cebollitas” toda la sensación de profesionales en miniatura; estaban sometidos a un régimen de entrenamiento completo; un sistema de training, aún no conocido en San Francisco por ningún equipo de primera división. Desde los saltos, siguiendo por los piques, continuando por el dominio de pelota con ambas piernas y terminando hasta por las mismas clases teóricas de fútbol, todo se hizo y resultó a la perfección. Aunque sin perder la marca y el sello del potrero, esos pibes dominaron en forma casi absoluta las tácticas de juego en sus diversos aspectos y en materia de concepción y rapidez de las jugadas dieron muchas veces la misma impresión que causa un equipo profesional”, remarcan boletines oficiales de Sportivo Belgrano en la década del 40’.
La campaña total del equipo, mientras actuó en quinta división, arrojó los siguientes números: en 1933 jugó 4 partidos y los ganó a todos, anotando 20 goles y recibiendo 5; en 1934 disputó 20 juegos, ganó 19 y empató 1, con 106 goles a favor y 7 en contra; en 1935, fueron 6 compromisos, ganó 2, empató 1 y perdió 3, con 27 goles a favor y 13 en contra. Contabilizando los partidos de 1933 y 1934, la “quinta roja” jugó 24 partidos de los cuales ganó 23 y marcó 126 goles a favor y recibió solo 12, con un promedio de gol de más de 5 por encuentro.
El plantel era integrado por: Edgardo Botto, Elvio Acosta, Jorge Casalis, Luis Nerón Tripicchio, Julio Candelaressi, Horacio Baravalle, Nuncio Scavuzzo, Duvilio Camusso, Osvaldo Genovesse, Federico Manrique, Fidel Ludueña, Ernesto Vidal, Víctor Bonetto, Ubaldo Luengo, Ángel Agüero, Juan Quinteros, Ramón Ferreyra, Raúl Gallegos, Ceferino López, Oscar Genovesse, Juan López, Ortíz, D´Bernardo, Rodríguez, Machado, Martino, D´Aloia, Alonso, Basso, Amsler y Watson.
Los goleadores fueron: Osvaldo Genovesse con 49 goles en 29 partidos, Federico Manrique 27 goles en 29 juegos, Fidel Ludueña 26 en 25, Duvilio Camusso 23 en 30, y Nuncio Scavuzzo 21 en 28.
Victorias inolvidables
El poderío de la escuadra motivó que, a falta de competencia en el plano local y regional, llegaran equipos de Buenos Aires, que poco pudieron hacer ante la “Quinta Roja” de Sportivo Belgrano.
Por ejemplo, en el repertorio de partidos se destacan: un 12-0 a Vélez Sarsfield, un 6-0 y un 4-1 ante Chacarita Juniors, un 5-1 ante Boca Juniors y dos brutales goleadas ante Rosario Central: 11-0 y 10-1.
Posteriormente, Ernesto Vidal realizaría una carrera de novela y sería campeón del mundo en el mítico “Maracanazo” con la Selección uruguaya. Edgardo Botto brillaría en la primera “verde” y luego pasaría a Quilmes, en Buenos Aires. Ubaldo Luengo dejaría una huella en Racing de Avellaneda y en el fútbol colombiano. Solo por destacar algunos casos de esos pequeños que serían gigantes.
Leandro Gottardi
Fundador y Director de Identidad Verde
