Corría el mes de abril de 1977 cuando el rosarino llegó a nuestra ciudad defendiendo la camiseta de Instituto de Córdoba, para medirse contra la “Verde” en el marco de la Liga Cordobesa. Una mano suya en el área le permitió a los de barrio Alberione adelantarse desde el punto penal aunque luego lo igualó la "Gloria". Trascendió como DT pero su lazo con nuestra ciudad fue como futbolista.
Historia - Fútbol 01/09/2023
Leandro Gottardi
Corrían los últimos días del mes de abril de 1977 y la ciudad de San Francisco esperaba con ansias -luego de no lograr ganar en las primeras cinco fechas- el primer triunfo de Sportivo Belgrano en el Torneo Apertura de la Liga Cordobesa. El rival, Instituto de Córdoba.
La expectativa era grande, los choques entre la "verde" y la "Gloria" siempre despertaban interés. Durante los 90 minutos, de fútbol hubo poco en barrio Alberione. Lo ganaba el local con gol de Héctor Garay de penal pero lo empató un exSportivo, Roberto Marucci, cuando moría el juego.
El cotejo no podría haber pasado a la historia y ser recordado de no ser por un hecho particular: el "2" del elenco cordobés, si bien futbolísticamente no trascendería sí generaría una revolución como entrenador, era Marcelo Bielsa. El "loco" -que por entonces no tenía ese apodo- pisó San Francisco para enfrentar a Sportivo Belgrano y fue el autor del penal -por una mano- con que los sanfrancisqueños se pusieron en ventaja.
La historia de telenovela de Bielsa, tiene un capítulo en nuestra ciudad. Además, meses más tarde, también sería de la partida en el enfrentamiento entre ambas escuadras en Córdoba, en un 2-1 en favor de la "Gloria" que culminaría con una batalla campal entre los protagonistas.
No fueron muchos los partidos de Marcelo Bielsa con la camiseta de Instituto (16, incluyendo amistosos), club al que había llegado junto a otros tres compañeros procedentes de su querido Newell´s Old Boys de Rosario y fue titular durante la primera parte de la temporada pero cuando perdió el puesto rescindió su contrato y se marchó.
Según supo narrarse en las páginas de La Voz del Interior, "el secuestro y detención clandestina de su hermano Rafael, en junio, le "robó" el primer anticipo de un final precipitado". Pese a ello, el cortocircuito fue el cambio de DT en la "Gloria", en donde el nuevo entrenador -Humberto Maschio- no lo consideraba titular.
El 24 de abril de 1977, en barrio Alberione, Sportivo Belgrano e Instituto igualaron 1 a 1 en el marco de la sexta fecha del Torneo Apertura de la Liga Cordobesa. El resultado no le sirvió a ninguno y el trámite del cotejo lejos estuvo de quedar grabado en la memoria de los presentes.
Claro está, con el paso de los años, la participación de uno de sus protagonistas -no justamente por su carrera como jugador sino por su brillante labor como DT- desempolvaría los diarios de la época.
Es que Bielsa trascendió y se consolidó como uno de los mejores entrenadores del mundo, llegando a dirigir a la Selección argentina, en el proceso previo y durante el Mundial de Corea y Japón 2002, hasta el 2004 donde consiguió la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Bielsa fue uno de los dos centrales de Instituto y su papel en aquel partido quedó marcado porque a través de una mano dentro del área del rosarino, Héctor Garay logró abrir el marcador para Sportivo Belgrano desde el punto penal. Luego, lo empataría Marucci, con pasado en la "verde". Además, para la visita también jugó otro exjugador del elenco de nuestra ciudad: Eduardo "Tati" Cabrera.
"A los 19 se produjo un tiro penal favorable a Sportivo. Shot de Pepellín, con dirección a Rito Fernández que entraba, la pelota dio en la mano de Bielsa y el juez cobró el tiro desde los doce pasos. Ejecutó Garay y convirtió para los 'verdes'", narraba al día siguiente La Voz de San Justo
Fueron 16 los partidos que Bielsa jugó con la camiseta de Instituto, entre cotejos oficiales y amistosos. De hecho, a Sportivo Belgrano volvió a enfrentarlo un mes más tarde pero en la ciudad de Córdoba.
En el inicio del Torneo Clausura de la Liga Cordobesa, el 29 de mayo de 1977, en Alta Córdoba, la "Gloria" se impuso 2-1 a la "verde" y el choque terminó con una batalla campal.
"Tanto la mayoría de los jugadores como el mismo árbitro, señor Gerardo Martínez, se encargaron de desnaturalizar la fiesta deportiva. Hubo de todo en la cancha. De todo menos fútbol. Con decir que fueron expulsados nada menos que seis jugadores y tres auxiliares técnicos como colofón de una descomunal gresca en la cancha", publicó La Voz de San Justo.
En aquella oportunidad, Bielsa volvió a ser el primer marcador central de Instituto mientras que la "verde" alineó a Martino; Pecorini, Rodríguez, Mario Alberto y Astudillo; Mateos, Ferreyra y Manzanelli; Garay, Bassitta y Chávez.
Salvador Mastrosimone, en la última del primer tiempo, adelantó al local. En el complemento, Gustavo Bassitta lo igualó para Sportivo pero Marucci, a los 32 del segundo período, puso el 2-1 definitivo.
Los expulsados, por el lado de la "verde" fueron Mario Alberto -en el primer tiempo-, Astudillo, Chávez y el DT José Natiello durante la gresca. En la "Gloria", se fueron antes a las duchas Mastrosimone, minutos antes de la hecatombe, Marucci y Soto como jugadores y Antonio Roca -entrenador- y José Cardacci -kinesiólogo-, todos ellos durante los disturbios.
Sí, en San Francisco y en Córdoba, Bielsa enfrentó a Sportivo Belgrano. Las crónicas no lo resaltan por su labor como jugador; en contrapartida, como DT, las palabras sobran.
Sportivo Belgrano 1: Martino; Pecorini, Leyes, M. Alberto y Pepellin; Garay, Ferreyra y Bassitta; Gigena, Rito Fernández y Chávez.
Instituto 1: Manzanares; Anelli, Bielsa, Rodríguez y Fernández; Cabrera, Fredes y Mastrosimone; Marucci, Cabutto y Luis Chávez
Goles: ST: 19' Héctor Garay de penal (SB) y 40' Roberto Marucci (I). Cambios: ST: 23' Manzanelli por Bassitta (SB), 25' Echarre por Luis Chávez y Picerni por Cabrera (I), 37' Jorge Barovero por Fernández (SB). Árbitro: Hugo Bergonzi. Estadio: Sportivo Belgrano. Recaudación: 559.580 pesos.
Nota escrita por Leandro Gottardi y publicada en el diario La Voz de San Justo el 4 de agosto de 2020.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
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