El 16 de noviembre de 1986, Sportivo Belgrano vencía en el repechaje a Sarmiento de Leones y sacaba boleto rumbo al Torneo del Interior 1986-87, que por entonces conformaba la tercera división del fútbol argentino con equipos indirectamente afiliados.
La primera gira por el país
Entre el 7 y el 10 de septiembre de 1922, Sportivo Belgrano concretó su primera gira y la de un equipo de la ciudad y la región. Viajó rumbo a la “lejana Catamarca”, donde jugó y goleó a las selecciones de las ligas catamarqueña y riojana. La “Verde” fue pionera en representar a San Francisco a nivel nacional y se ganó el reconocimiento de la sociedad.
Historia - Fútbol08/09/2024Leandro GottardiLa historia de Sportivo Belgrano cuenta con historias un poco olvidadas, las cuales fueron forjando su grandeza en la ciudad de San Francisco, la región y el interior de la provincia de Córdoba y Santa Fe.
Una de ellas data del año 1922, más precisamente entre el 7 y 10 de septiembre, fechas entre las cuales la “Verde” se erigió como la primera entidad deportiva de la zona en emprender una gira futbolística por el país.
El destino fue Catamarca y allí, los “muchachos” -como se publicaba en las crónicas de la época- de Sportivo Belgrano se midieron con las selecciones de la Liga Catamarqueña y de la Liga Riojana. Una muestra del poderío del club fue que, en ambos cotejos, terminó goleando a sus oponentes.
“Como un merecido premio a la entusiasta muchachada que tan valientemente ha sabido defender los colores del Club en la presente temporada, la Comisión Directiva de Sportivo Belgrano ha concertado un viaje hasta la lejana provincia de Catamarca”, anticipaba a principios del mes de agosto de ese año el diario La Voz de San Justo.
Y así fue. La “Verde”, por entonces presidida por Tristán Paz Casas, que años antes había sido intendente de San Francisco, partió el jueves 7 de septiembre rumbo a territorio catamarqueño.
La delegación estaba compuesta por Paz Casas, Pedro Pierini y José Bonacossa como dirigentes y delegados y por el siguiente plantel: Guillermo Sosa, Luis Carra, Girio Pierini, Santiago Rodríguez, Humberto Rosset, Lindor Nuñez, Cristóbal Faust, José Berón, Antonio Bovio, Julio Faust, José Eschoyez y Carlos Carioni.
El primer partido se jugó el 8 de septiembre y Sportivo Belgrano goleó 5-1 a la Liga Riojana, con cuatro goles de Girio Pierini y el restante de José Berón.
Por su parte, el 10 de septiembre se jugó el segundo y último partido de la gira -a la cual el club asistió dado que tenía fecha libre en la Federación Regional de Football de San Francisco- fue ante la Liga Catamarqueña, a quien goleó 5-0.
El regreso victorioso de los “muchachos” de la escuadra verde fueron noticia en San Francisco, la región y una vasta población de la provincia de Córdoba y Santa Fe.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
El 28 de octubre de 1956, Sportivo Belgrano vencía como visitante a Instituto -que era su escolta- y se consagraba campeón del Torneo Oficial por primera vez en su historia. Con un trio ofensivo de elite, la “Verde” forjaba una de las páginas más importantes de su vida deportiva.
Notable postal de barrio Alberione y los hinchas de Sportivo Belgrano en 1978. En una jornada épica, la “Verde” le ganaba por la Liga Cordobesa al por entonces actual subcampeón del fútbol argentino: Talleres. La imagen habla a las claras: nunca caminarás solo.
El 18 de octubre de 1959, la "Verde" goleaba como visitante a Instituto, su inmediato perseguidor, y se consagraba campeón del Torneo Oficial de la Liga Cordobesa. Un joven Eladio Rodríguez conducía futbolísticamente a un equipo de alto vuelo.
El 4 de octubre de 1987, en barrio Alberione, Sportivo Belgrano se imponía 1-0 a Racing en la final y obtenía la Copa Gobernación de la Provincia de Córdoba, organizada por la ACF. Agustín Dutto fue el goleador de una jornada inolvidable.
El 4 de octubre de 1972, con motivo de los festejos por el Día de San Francisco de Asís, Boca Juniors llegó a la ciudad para medirse con la “Verde”, que se reforzó para el partido con tres futbolistas entre los cuales se destacaban ni más ni menos que los futuros campeones del mundo en 1978.
El 25 de septiembre de 1994, ante una multitud en barrio Alberione, la “Verde” le ganaba 2-1 la final de vuelta a Racing de Córdoba y se quedaba con el título del Torneo Clausura de la Asociación Cordobesa de Fútbol.
El día en que el básquet de Sportivo se midió con la Selección argentina
Ocurrió el 12 de agosto de 1981, con la cancha del Club El Tala como escenario, albergando a una multitud que no se quiso perder el duelo. Años dorados para una disciplina que, pocos años después, se iría apagando en barrio Alberione pero que llenó de alegrías a sus hinchas.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
El 28 de octubre de 1956, Sportivo Belgrano vencía como visitante a Instituto -que era su escolta- y se consagraba campeón del Torneo Oficial por primera vez en su historia. Con un trio ofensivo de elite, la “Verde” forjaba una de las páginas más importantes de su vida deportiva.
El 16 de noviembre de 1986, Sportivo Belgrano vencía en el repechaje a Sarmiento de Leones y sacaba boleto rumbo al Torneo del Interior 1986-87, que por entonces conformaba la tercera división del fútbol argentino con equipos indirectamente afiliados.
Gran parte de su vida estuvo vinculada a Sportivo Belgrano. Fueron 40 años al servicio de la entidad de barrio Alberione. En 1953 comenzó a alternar en el rol de utilero, cargo del cual se hizo dueño exclusivo desde 1958 hasta 1989. Dejó un recuerdo imborrable en aquellos con quien compartió vestuario. Una figura clave en la vida institucional del club.