Eduardo Piergentile se ganó a base de esfuerzo, paciencia y perseverancia el arco de Sportivo Belgrano en la década del ’80. Llegó al club en 1978 y fue una fija entre 1985 y 1989, años en los que logró tres títulos y el récord de imbatibilidad más importante de la historia de la “Verde”.
Fichas 04/01/2023
Leandro Gottardi
Escuela de grandísimos arqueros que trascendieron fronteras nacionales, Sportivo Belgrano tuvo en la década del ’80 uno que se destacó por sobre el resto, que fue clave en la obtención de tres títulos y dejó un legado que perdura hasta la actualidad: Eduardo Piergentile.
El “Turco” arribó a barrio Alberione en 1978, con tan solo 17 años, y permaneció en la “Verde” hasta 1989. Su ejemplo de perseverancia, paciencia y esfuerzo resalta en una carrera que se llevó a cabo casi por completo en Sportivo. Es que, recién pudo hacerse dueño y señor del arco en 1985 y no lo soltó más hasta 1989.
Fue clave para la obtención de la Copa Gobernación 1987, del Torneo Oficial y el Provincial 1988. Además, fue el tercer arquero en el recordado ascenso de 1979 a la Primera de la Liga Cordobesa.
Como si fuese poco, en su haber se encuentra el récord de imbatibilidad más grande de la historia de Sportivo Belgrano: ¡877! minutos, en 1988. Sí, casi 10 partidos sin recibir goles. Además, ese año fue elegido como el mejor deportista de San Francisco en la Fiesta del Deporte.
Sin dudas, el “Turco” es uno de los grandes hacedores de la gloriosa historia verde.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
Aquellos doce jóvenes muchachos que el 15 de abril de 1914 reunidos en la Plaza Vélez Sarsfield decidieron fundar un nuevo club no dudaron en la elección del nombre, en honor a Manuel Belgrano. Tampoco de los colores: celeste y blanco. Poco después, se agregaría al nombre el Sportivo y se cambiaría al color verde.
Comienzos del 1989, Sportivo Belgrano venía de ser bicampeón en 1988 (ganador de la Liga Cordobesa y el Torneo Provincial) pero la situación económica del club no era la mejor. Por eso se puso en venta un bono contribución bajo el slogan “Pro ayuda año 1989” y con la frase “Ayúdenos a participar”. Nunca pudieron bajar a la “Verde”.
Desde Identidad Verde elegimos algunas fotografías de gran valor histórico y sentimental para describir esta gran pasión que despierta el gigante del este cordobés. Hacé click en la foto y recorré momentos inolvidables.
El tanto de Máximo Forlín -en su debut profesional- le dio el triunfo por la mínima a Sportivo Belgrano ante Gimnasia de Concepción del Uruguay. En los últimos años, algo similar ocurrió con Enzo Avaro y Leonardo Felissia. Lo recordamos.