Surgido del “Vivero Cordobés”, Rubén Koroch fue pieza clave de uno de los mejores equipos de la historia de Sportivo Belgrano: fue campeón dos veces en la Liga Cordobesa y conformó un tridente inolvidable junto a Montalbetti y Bracamonte. Estuvo a punto de jugar el Mundial de Suecia 1958 y fue una venta récord en el interior. Además, fue tapa de la famosa revista El Gráfico.
El “Indio”, de San Francisco para el mundo
Raúl Navarro es sin dudas uno de los productos genuinos más importantes surgidos de las inferiores de Sportivo Belgrano en su centenaria historia. La rompió como arquero en la “Verde” y fue dos veces campeón. Luego volvería como DT. Además, descolló en Huracán de Parque Patricios y es ídolo en Atlético Nacional de Medellín.
Fichas22/02/2023Leandro GottardiNo caben dudas de que Raúl Navarro es uno de los productos genuinos más destacados que hayan dado las divisiones inferiores de Sportivo Belgrano a lo largo de su historia. La rompió como jugador y fue campeón en la Liga Cordobesa. Luego volvería, pero como DT.
Nacido el 22 de febrero de 1942, el “Indio” marcó una época en la “Verde” donde su juventud y grandes actuaciones lo llevaron rápidamente al fútbol porteño. Entre 1961 y 1962, fue el amo y señor del arco de la escuadra de barrio Alberione, obteniendo el Torneo Competencia 1961 y el Clausura 1962 de la LCF.
Durante el año 1962, además, fue el arquero del seleccionado de la Liga Cordobesa que se adjudicó el campeonato argentino. Sus actuaciones en el torneo y en la “Verde” hicieron que desde Buenos Aires pusieran sus ojos en barrio Alberione.
En 1963 se lo llevó Huracán de Parque Patricios. La transferencia fue rutilante para la época dado que el “Globo” desembolsó un millón y medio de pesos de la época y un amistoso entre ambos clubes en San Francisco, con división de ganancias.
Rápidamente se consolidó y se destacó como uno de los mejores arqueros del país. Permaneció en el “Globo” hasta 1970. De allí partió a España y tenía todo listo para ser refuerzo del Valencia aunque el cupo de extranjeros se lo impidió.
En medio de ese parate administrativo apareció Atlético Nacional de Medellín, que lo convocó por unos amistosos y allí se quedaría hasta convertirse en una leyenda de la institución. Jugó 8 temporadas y media y fue campeón colombiano en dos ocasiones. Luego pasó por Millonarios y Deportes Tolima, también en Colombia, donde se retiró en 1983.
Como DT dirigió a Sportivo Belgrano en cuatro ciclos y también se calzó el buzo de entrenador en Deportes Tolima, entre otros conjuntos.
Sin dudas, el “Indio” Navarro es de los cracks más grandes surgidos de barrio Alberione. Orgullo total.
Nació en Esmeralda y llegó de joven a San Francisco para continuar sus estudios. Allí se sumó a las formativas de Sportivo Belgrano y por tres temporadas brilló en la Liga Cordobesa. Luego fue vendido a Colón y brillaría en Independiente. Fue parte de la Selección argentina en el Mundial de España 1982.
Mundialista con la Selección argentina en Alemania 1974, el emblemático jugador que disputó más de 300 partidos en Racing y fue campeón de la Libertadores con Boca en 1978, se sumó a la “Verde” a finales de 1980 para jugar la Copa Confraternidad, junto a otras figuras. Su paso por barrio Alberione y una vuelta olímpica.
Su nombre y apellido son palabra mayor para quienes supieron deleitarse con su fútbol. Brilló en tres décadas diferentes y fue clave para que Sportivo Belgrano, el club de sus amores, forjara páginas doradas de su centenaria historia.
Carmelo Simeone es uno de los defensores más icónicos de la historia del fútbol argentino. Surgido de Vélez Sarsfield, multicampeón con Boca, fue convocado al Mundial de Inglaterra 1966 para representar a la Argentina y en 1968 arribó a San Francisco para calzarse la camiseta verde y dar sus últimas dos vueltas olímpicas.
Eduardo Piergentile se ganó a base de esfuerzo, paciencia y perseverancia el arco de Sportivo Belgrano en la década del ’80. Llegó al club en 1978 y fue una fija entre 1985 y 1989, años en los que logró tres títulos y el récord de imbatibilidad más importante de la historia de la “Verde”.
El día en que el básquet de Sportivo se midió con la Selección argentina
Ocurrió el 12 de agosto de 1981, con la cancha del Club El Tala como escenario, albergando a una multitud que no se quiso perder el duelo. Años dorados para una disciplina que, pocos años después, se iría apagando en barrio Alberione pero que llenó de alegrías a sus hinchas.
Llegó a los dos años a San Francisco, de muy chico se sumó a las inferiores de la “Verde”, debutando a mediados de la década del ’30 en la primera división del club. Fue vendido a Rosario Central y de allí a Peñarol de Uruguay, donde fue ídolo y decidió nacionalizarse. Con la “Celeste”, fue campeón del mundo en el mítico “Maracanazo”, en 1950.
El 28 de octubre de 1956, Sportivo Belgrano vencía como visitante a Instituto -que era su escolta- y se consagraba campeón del Torneo Oficial por primera vez en su historia. Con un trio ofensivo de elite, la “Verde” forjaba una de las páginas más importantes de su vida deportiva.
El 16 de noviembre de 1986, Sportivo Belgrano vencía en el repechaje a Sarmiento de Leones y sacaba boleto rumbo al Torneo del Interior 1986-87, que por entonces conformaba la tercera división del fútbol argentino con equipos indirectamente afiliados.
Gran parte de su vida estuvo vinculada a Sportivo Belgrano. Fueron 40 años al servicio de la entidad de barrio Alberione. En 1953 comenzó a alternar en el rol de utilero, cargo del cual se hizo dueño exclusivo desde 1958 hasta 1989. Dejó un recuerdo imborrable en aquellos con quien compartió vestuario. Una figura clave en la vida institucional del club.